KAMPALA, 13 septiembre 2009 (AFP) - Un balance anterior situaba en once el número de muertos y en 65 el de personas detenidas.
"Más de 550 personas han sido detenidas. Hemos arrestado a aquellos que estaban directamente implicados en los disturbios o los líderes", afirmó Nabakoba.
"Las investigaciones están en curso en las diferentes comisarías de policía en las que están los sospechosos detenidos", añadió, y precisó que "sus familiares pudieron visitarlos".
Las protestas estallaron el jueves cuando partidarios del "Kabaka" Ronald Muwenda Mitebi II, venerado soberano de los Bagandas, la principal etnia del país, se manifestaron de forma espontánea en las calles de Kampala.
Los manifestantes protestaban por las dificultades impuestas al desplazamiento de su soberano tradicional el sábado a un distrito del noreste de Kampala, una visita a la que se oponen los miembros de la pequeña tribu de los Banyalas.
Los Bagandas acusan así al gobierno de apoyar a los Banyalas para impedir la visita real, prohibida por la policía y finalmente anulada.
Las protestas han degenerado en graves disturbios y sumido al país en plena crisis política, a dos años de las elecciones presidenciales.
Tras tres días de enfrentamientos, la policía y el ejército pudo poner fin a la violencia el sábado.
str-hba/at/pa
© 1994-2009 Agence France-Presse
"Más de 550 personas han sido detenidas. Hemos arrestado a aquellos que estaban directamente implicados en los disturbios o los líderes", afirmó Nabakoba.
"Las investigaciones están en curso en las diferentes comisarías de policía en las que están los sospechosos detenidos", añadió, y precisó que "sus familiares pudieron visitarlos".
Las protestas estallaron el jueves cuando partidarios del "Kabaka" Ronald Muwenda Mitebi II, venerado soberano de los Bagandas, la principal etnia del país, se manifestaron de forma espontánea en las calles de Kampala.
Los manifestantes protestaban por las dificultades impuestas al desplazamiento de su soberano tradicional el sábado a un distrito del noreste de Kampala, una visita a la que se oponen los miembros de la pequeña tribu de los Banyalas.
Los Bagandas acusan así al gobierno de apoyar a los Banyalas para impedir la visita real, prohibida por la policía y finalmente anulada.
Las protestas han degenerado en graves disturbios y sumido al país en plena crisis política, a dos años de las elecciones presidenciales.
Tras tres días de enfrentamientos, la policía y el ejército pudo poner fin a la violencia el sábado.
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