Un total de 104.278 ecuatorianos aspiran a ingresar a universidades, pero tras evaluaciones a cargo de la Senescyt, 93.850 estudiantes deberán someterse a un sistema nacional de nivelación debido a que obtuvieron un promedio de 667 puntos (sobre 1.000), 33 menos que el mínimo requerido para acceder a un cupo directo en una carrera universitaria.
Apenas 213 personas (0,20%) aprobaron su ingreso, mientras que casi un 10% que registró un puntaje promedio de 551 tendrá que volver a postularse.
El secretario de la Senescyt, René Ramírez, dijo a la prensa que los estudiantes debieron pasar pruebas sobre razonamiento verbal (el 90% alcanzó una media de 683 puntos), lógico (655) y abstracto (664).
"En lo que tenemos que trabajar más a nivel de bachillerato es en el tema de razonamiento lógico, el cual es en el que peor nos va", añadió el funcionario.
Hacia finales de 2009, la administración del presidente socialista Rafael Correa inició una evaluación de cerca de 70 universidades, clasificándolas de la A a la E.
En esta última categoría quedaron 29 instituciones que no pasaron las pruebas, las cuales fueron sometidas a un nuevo examen, 18 meses después, que reprobaron 14 de ellas y fueron clausuradas.
La iniciativa forma parte de un programa que, según el gobierno, apunta a la "excelencia académica", el cual incluye becas para pregrados, maestrías y doctorados en las mejores universidades extranjeras con una inversión promedio de 250.000 dólares por alumno.
Apenas 213 personas (0,20%) aprobaron su ingreso, mientras que casi un 10% que registró un puntaje promedio de 551 tendrá que volver a postularse.
El secretario de la Senescyt, René Ramírez, dijo a la prensa que los estudiantes debieron pasar pruebas sobre razonamiento verbal (el 90% alcanzó una media de 683 puntos), lógico (655) y abstracto (664).
"En lo que tenemos que trabajar más a nivel de bachillerato es en el tema de razonamiento lógico, el cual es en el que peor nos va", añadió el funcionario.
Hacia finales de 2009, la administración del presidente socialista Rafael Correa inició una evaluación de cerca de 70 universidades, clasificándolas de la A a la E.
En esta última categoría quedaron 29 instituciones que no pasaron las pruebas, las cuales fueron sometidas a un nuevo examen, 18 meses después, que reprobaron 14 de ellas y fueron clausuradas.
La iniciativa forma parte de un programa que, según el gobierno, apunta a la "excelencia académica", el cual incluye becas para pregrados, maestrías y doctorados en las mejores universidades extranjeras con una inversión promedio de 250.000 dólares por alumno.