Los libros de este autor de 41 años, experto en retratar la vida de los jóvenes de provincias, suelen estar entre los más vendidos de Rusia y le han merecido a Prilepin varios premios de Literatura.
La proximidad de Zajar Prilepin con los rebeldes prorrusos ya se conocía.
Desde que comenzara el conflicto en la primavera de 2014, este exmiembro de las fuerzas especiales que participó en la guerra de Chechenia ha viajado con frecuencia al este de Ucrania, donde trabajó como "consultor" de Alexander Zajarachenko, dirigente de una de las dos "repúblicas" separatistas.
Al revelar, la semana pasada, en el tabloide Komsomolskaia Pravda que había formado su propio batallón en el este de Ucrania, Zajar Prilepin causó conmoción en la escena literaria.
"Creo que un escritor tiene el derecho de adoptar cualquier posición", se justificó el martes durante una rueda de prensa en Moscú. "Puede enarbolar una bandera pidiendo la paz o tomar las armas".
Para Zajar Prilepin, el conflicto ucraniano ha constituido un antes y un después. Durante mucho tiempo, fue miembro del incendiario partido nacional-bolchevique del escritor Eduard Limonov, cuyas manifestaciones eran constantemente reprimidas por la policía.
En marzo de 2014 apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia, pasando de ser un feroz opositor del presidente Vladimir Putin a un defensor de la política preconizada por el Kremlin.
Sin embargo, al integrar las filas de los combatientes separatistas, Zajar Prilepin ha causado la ira de sus colegas.
"Cuando tus libros son una mierda, necesitas ganar dinero con el terrorismo", reaccionó en Facebook Viktor Pelevin, uno de los escritores rusos más populares del mundo.
Por su parte, otro escritor, conocido por su biografía de Boris Pasternak, consideró en una revista con Gzeta.ru que Prilepin "merece ser detestado".
La joven poetisa Vera Polozkova, fue todavía más dura con él y afirmó que "abrirá una botella de champán cuando finalmente (...) le vuelen la cabeza", según unas declaraciones vertidas en Facebook y difundidas por la cadena de televisión pública rusa.
El principal implicado se dijo sorprendido por las reacciones pero se congratuló por el hecho de que esta polémica haya "llevado a los escritores a las portadas de los diarios".
"Vivo en el contexto de la literatura rusa. Lo que Tolstoi y Dostoyevski pudieran decir o pensar de mí me parece más importante que lo que los hipócritas europeos digan", afirmó.
Otros lo han acusado de querer promocionarse, pues Prilepin dejó el frente para presentar su nueva obra, titulada "Pelotón: oficiales y rebeldes de la literatura rusa", que cuenta las historias de escritores que empuñaron las armas.
El escritor se compara a sí mismo con León Tolstoi o Mijail Lermontov, que fueron soldados antes de contar sus experiencias en sus obras. Según él, ambos gigantes de la literatura habrían podido unirse a las filas de los soldados separatistas de Ucrania.
Y, con todo, reconoce correr un riesgo estando en el frente. "Quiero vivir, me gusta vivir", aseguró. "¿Para qué esconderlo o darle más vueltas? Por supuesto que hay riesgos".
La proximidad de Zajar Prilepin con los rebeldes prorrusos ya se conocía.
Desde que comenzara el conflicto en la primavera de 2014, este exmiembro de las fuerzas especiales que participó en la guerra de Chechenia ha viajado con frecuencia al este de Ucrania, donde trabajó como "consultor" de Alexander Zajarachenko, dirigente de una de las dos "repúblicas" separatistas.
Al revelar, la semana pasada, en el tabloide Komsomolskaia Pravda que había formado su propio batallón en el este de Ucrania, Zajar Prilepin causó conmoción en la escena literaria.
"Creo que un escritor tiene el derecho de adoptar cualquier posición", se justificó el martes durante una rueda de prensa en Moscú. "Puede enarbolar una bandera pidiendo la paz o tomar las armas".
- 'Merece ser detestado' -
Para Zajar Prilepin, el conflicto ucraniano ha constituido un antes y un después. Durante mucho tiempo, fue miembro del incendiario partido nacional-bolchevique del escritor Eduard Limonov, cuyas manifestaciones eran constantemente reprimidas por la policía.
En marzo de 2014 apoyó la anexión de la península ucraniana de Crimea por Rusia, pasando de ser un feroz opositor del presidente Vladimir Putin a un defensor de la política preconizada por el Kremlin.
Sin embargo, al integrar las filas de los combatientes separatistas, Zajar Prilepin ha causado la ira de sus colegas.
"Cuando tus libros son una mierda, necesitas ganar dinero con el terrorismo", reaccionó en Facebook Viktor Pelevin, uno de los escritores rusos más populares del mundo.
Por su parte, otro escritor, conocido por su biografía de Boris Pasternak, consideró en una revista con Gzeta.ru que Prilepin "merece ser detestado".
La joven poetisa Vera Polozkova, fue todavía más dura con él y afirmó que "abrirá una botella de champán cuando finalmente (...) le vuelen la cabeza", según unas declaraciones vertidas en Facebook y difundidas por la cadena de televisión pública rusa.
El principal implicado se dijo sorprendido por las reacciones pero se congratuló por el hecho de que esta polémica haya "llevado a los escritores a las portadas de los diarios".
"Vivo en el contexto de la literatura rusa. Lo que Tolstoi y Dostoyevski pudieran decir o pensar de mí me parece más importante que lo que los hipócritas europeos digan", afirmó.
Otros lo han acusado de querer promocionarse, pues Prilepin dejó el frente para presentar su nueva obra, titulada "Pelotón: oficiales y rebeldes de la literatura rusa", que cuenta las historias de escritores que empuñaron las armas.
El escritor se compara a sí mismo con León Tolstoi o Mijail Lermontov, que fueron soldados antes de contar sus experiencias en sus obras. Según él, ambos gigantes de la literatura habrían podido unirse a las filas de los soldados separatistas de Ucrania.
Y, con todo, reconoce correr un riesgo estando en el frente. "Quiero vivir, me gusta vivir", aseguró. "¿Para qué esconderlo o darle más vueltas? Por supuesto que hay riesgos".