La anarquía reina en Libia desde la caída de Muamar Gadafi en octubre de 2011. Las autoridades de transición no logran controlar a las numerosas milicias armadas que hacen la ley en el país.
Estas milicias, formadas por ex rebeldes y dominadas por los islamistas, llenan el vacío dejado en materia de seguridad por un Estado balbuciente incapaz de construir instituciones sólidas.
Según testigos, los hombres que atacaron el Parlamento en la capital son miembros de las potentes brigadas de la ciudad de Zenten (170 km al suroeste de Trípoli), conocidas por su hostilidad a los islamistas. Dichas brigadas ya atacaron en el pasado al poder legislativo.
Las brigadas se retiraron de la zona poco después del ataque. En esto, se enfrentaron más tarde a milicias rivales en la carretera del aeropuerto, con un saldo de dos muertos y 55 heridos, según el gobierno.
Por la noche, un coronel que decía hablar en nombre del ejército acentuó la confusión, al anunciar la "suspensión" del Congreso General Nacional, el Parlamento, que es la más alta autoridad del país.
"Nosotros, miembros del ejército y los revolucionarios (ex rebeldes), anunciamos la suspensión del CGN", declaró el coronel Mokhtar Fernana, comandante de la policía militar, en dos canales privados de televisión, precisando que no era un golpe de Estado.
El coronel, originario precisamente de la ciudad de Zenten, no indicó cómo se aplicaría este anuncio, a falta de un ejército profesional en un país en el que las milicias dictan la ley.
Más tarde, uno de los dos canales de televisión que difundió el comunicado del coronel Fernana, Libya International, fue atacado con cohetes. El canal, considerado el brazo mediático de las brigadas de Zenten, dijo que hubo daños materiales pero no víctimas.
Ya en febrero, las mismas brigadas de Zenten dieron unas horas al Parlamento para que dejara de funcionar, pero una vez expirado el ultimátum no pasaron a la acción.
El CGN, elegido en julio de 2012 por un período de 18 meses, indignó a buena parte de la población cuando decidió prolongar su mandato hasta diciembre de este año.
Presionado por la calle, el Parlamento anunció que dejará su sitio a una nueva cámara al cabo de unas elecciones cuya fecha no se ha fijado aún.
- Campaña contra los islamistas en Bengasi -
En Bengasi, la "capital" del este de Libia, Jalifa Haftar, un general retirado que participó en la rebelión contra el régimen de Gadafi en 2011, lanzó el viernes una operación contra grupos islamistas armados que han convertido la ciudad en su feudo.
El balance de los enfrentamientos fue de al menos 79 muertos y 141 heridos.
En respuesta, la base aérea de Benina, en Bengasi, fue atacada con cohetes la noche del domingo al lunes, sin causar víctimas, según el comandante Saad Al Werfalli, que acusó a islamistas radicales.
En un comunicado leído el sábado por su presidente, el CGN hizo saber que considera esta ofensiva como un intento de golpe de Estado.
Haftar rechazó de plano la acusación y reiteró que su objetivo no es tomar el poder, sino combatir "el terrorismo".
El general retiró sus tropas de Bengasi el mismo viernes, pero advirtió que no se trata de "un abandono".
"Después de cada batalla, reorganizamos nuestras unidades. Y volveremos con ahínco", declaró el sábado.