Según testigos, cientos de manifestantes salieron a la calle en varias aldeas chiitas para protestar contra el gobierno y conmemorar el movimiento impulsado por los chiitas, que piden reformas políticas.
Los manifestantes respondían así a una convocatoria de huelga general y de desobediencia civil lanzada por el "Colectivo del 14 de febrero", un grupo clandestino radical que orquesta la movilización a través de las redes sociales.
Pero en Manama, los comercios del City Centre, el mayor centro comercial del país, y los del centro de negocios estaban abiertos, informaron habitantes y empleados.
Husein al Jaziri falleció como consecuencia de las graves heridas sufridas por disparos de perdigones durante enfrentamientos entre fuerzas antidisturbios y manifestantes en la aldea de Daih, anunció la principal formación de la oposición chiita, Al Wefaq.
El ministerio del Interior confirmó el fallecimiento del manifestante. "Un herido, de 16 años, fue declarado muerto a su llegada al hospital Salmaniya" de Manama, afirmó el ministerio en Twitter. Y añadió que el caso está en manos de la fiscalía.
En un comunicado, el Wefaq denunció "un recurso excesivo a la fuerza" por parte de las autoridades que reprimen las manifestaciones "salvajemente y haciendo uso de todo tipo de armas".
Decenas de personas resultaron heridas, "algunas de ellas de gravedad", o sufren de problemas respiratorios debido a intensos disparos de gases lacrimógenos en los barrios residenciales", según el Wefaq.
Las fuerzas antidisturbios usaron gases lacrimógenos y dispararon perdigones contra los manifestantes, que lanzaban piedras y cócteles Molotov contra los policías, desplegados alrededor de aldeas chiitas, afirmaron testigos.
"El pueblo quiere la caída del régimen", "Abajo Hamad", el rey de Bahréin, gritaban los manifestantes en los pueblos de Sitra, Barbar y Bilad al Qadim, bloqueando sus accesos con neumáticos, troncos de árboles o contenedores de basura, afirmaron habitantes.
En las inmediaciones de Sanabes, a las afueras de Manama, las fuerzas de seguridad intervinieron -según testigos- para impedir que decenas de manifestantes se dirigieran hacia la Plaza de la Perla, símbolo de la revuelta del 14 de febrero de 2011.
El jefe de la policía, Tarek al Hasan, advirtió el miércoles que desplegaría refuerzos policiales en el país e instó a la población a "no sumarse (...) a las actividades ilegales".
La oposición reclama una monarquía constitucional, un gobierno elegido en las urnas y el final de la discriminación confesional.
Los nuevos enfrentamientos tuvieron lugar pese a la celebración, el miércoles, de una segunda sesión de diálogo nacional entre la oposición y el gobierno para intentar sacar al país del estancamiento político en el que está sumido desde hace dos años.
La contestación popular en Bahréin se saldó con 80 muertos, según la Federación Internacional de Derechos Humanos, y varios dirigentes de la oposición están encarcelados.
Amnistía Internacional (AI) reclamó este jueves la liberación de opositores encarcelados por haber "ejercido su derecho a la libertad de expresión".
Los manifestantes respondían así a una convocatoria de huelga general y de desobediencia civil lanzada por el "Colectivo del 14 de febrero", un grupo clandestino radical que orquesta la movilización a través de las redes sociales.
Pero en Manama, los comercios del City Centre, el mayor centro comercial del país, y los del centro de negocios estaban abiertos, informaron habitantes y empleados.
Husein al Jaziri falleció como consecuencia de las graves heridas sufridas por disparos de perdigones durante enfrentamientos entre fuerzas antidisturbios y manifestantes en la aldea de Daih, anunció la principal formación de la oposición chiita, Al Wefaq.
El ministerio del Interior confirmó el fallecimiento del manifestante. "Un herido, de 16 años, fue declarado muerto a su llegada al hospital Salmaniya" de Manama, afirmó el ministerio en Twitter. Y añadió que el caso está en manos de la fiscalía.
En un comunicado, el Wefaq denunció "un recurso excesivo a la fuerza" por parte de las autoridades que reprimen las manifestaciones "salvajemente y haciendo uso de todo tipo de armas".
Decenas de personas resultaron heridas, "algunas de ellas de gravedad", o sufren de problemas respiratorios debido a intensos disparos de gases lacrimógenos en los barrios residenciales", según el Wefaq.
Las fuerzas antidisturbios usaron gases lacrimógenos y dispararon perdigones contra los manifestantes, que lanzaban piedras y cócteles Molotov contra los policías, desplegados alrededor de aldeas chiitas, afirmaron testigos.
"El pueblo quiere la caída del régimen", "Abajo Hamad", el rey de Bahréin, gritaban los manifestantes en los pueblos de Sitra, Barbar y Bilad al Qadim, bloqueando sus accesos con neumáticos, troncos de árboles o contenedores de basura, afirmaron habitantes.
En las inmediaciones de Sanabes, a las afueras de Manama, las fuerzas de seguridad intervinieron -según testigos- para impedir que decenas de manifestantes se dirigieran hacia la Plaza de la Perla, símbolo de la revuelta del 14 de febrero de 2011.
El jefe de la policía, Tarek al Hasan, advirtió el miércoles que desplegaría refuerzos policiales en el país e instó a la población a "no sumarse (...) a las actividades ilegales".
La oposición reclama una monarquía constitucional, un gobierno elegido en las urnas y el final de la discriminación confesional.
Los nuevos enfrentamientos tuvieron lugar pese a la celebración, el miércoles, de una segunda sesión de diálogo nacional entre la oposición y el gobierno para intentar sacar al país del estancamiento político en el que está sumido desde hace dos años.
La contestación popular en Bahréin se saldó con 80 muertos, según la Federación Internacional de Derechos Humanos, y varios dirigentes de la oposición están encarcelados.
Amnistía Internacional (AI) reclamó este jueves la liberación de opositores encarcelados por haber "ejercido su derecho a la libertad de expresión".