Según la agencia oficial Spa, el mecanismo empezará a funcionar, por un período de prueba de tres meses, durante la primera semana del mes sagrado del ayuno musulmán de Ramadán que empieza el miércoles o el jueves.
Los cuatro cuadrantes, de un diámetro de 46 metros cada uno, hechos con materiales de alta tecnología y decorados con oro, superarán en más de 400 metros el complejo de la Gran Mezquita, desde lo alto de una torre de 601 metros de altura.
Será así el edificio más alto del mundo después de Burj Jalifa de Dubái, que culmina a 828 metros.
En su sitio internet, la empresa alemana Premiere Composite, encargada de revestir la cumbre de la torre, una flecha brillante coronada por una media luna dorada, indica una altura de 590 metros.
Unos 250 "obreros musulmanes altamente cualificados" están encargados de soldar los cuadros de los cuatro frentes del reloj, según Spa.
Debajo de cada esfera del reloj de un diámetro seis veces mayor al del famoso Big Ben de Londres, figurará la frase "En nombre de Alá", iluminada por dos millones de lámparas LED.
Unas 21.000 lámparas blancas y verdes que decoran la cumbre de la torre serán visibles a 30 kilómetros y servirán para señalar el horario de las cinco oraciones diarias que deben hacer los musulmanes. Y, para las fiestas musulmanas, 16 bandas de luz enviarán al cielo haces de 10 kilómetros.
"Cada uno puede ver funcionar al reloj", indicó un habitante de La Meca (oeste), Hani al Wajih. "Esperamos establecer una 'hora de La Meca' y no solamente tener un reloj para mirar y mostrar", agregó.
La obra, decorada con dos espadas verdes y una palmera, el emblema de Arabia Saudita, está tomando forma.
Según Mohamed al Arkubi, el director del Royal Mecca Clock Tower Hotel, ubicado en el complejo, la instalación del reloj ha sido "una enorme operación".
El reloj cumple la voluntad de algunos musulmanes de querer reemplazar el tiempo universal coordinado (UTC), que es desde 1972 el tiempo medio de Greenwich (GMT), por un tiempo medio de La Meca.
Reunidos en conferencia en Doha en 2008, algunos religiosos musulmanes afirmaron, basándose en argumentos "científicos", que la hora de La Meca era el verdadero tiempo medio. Según ellos, la ciudad se encuentra en el centro del mundo, a diferencia del meridiano de Greenwich, que había sido impuesto por Occidente en 1884.
La torre se integra en un proyecto de complejo hotelero Abraj al Bait, financiado por fondos públicos y compuesto por siete torres que dominan un inmenso podio. Seis de las torres tienen entre 42 y 48 pisos, y en el medio se eleva la torre del reloj, dos veces más alta.
El complejo, con 3.000 habitaciones y apartamentos, un centro comercial de cinco pisos y una inmensa sala de conferencias y de oración, tendrá 1,5 millones de metros cuadrados de superficie, es decir, un poco menos que la terminal 3 del aeropuerto de Dubái, considerado el edificio más amplio del mundo.
El complejo incluye tres hoteles de lujo, el Fairmont, el Raffles y el Swiss Hotel, y tendrá centenares de apartamentos lujosos, desde los que se verá, para la mayoría, la Gran Mezquita.
Gracias a ese complejo, La Meca podrá recibir a 10 millones de personas para la peregrinación anual, en lugar de 3 millones en la actualidad.
El reloj será su icono. Los visitantes podrán acceder a una plataforma ubicada debajo de los cuadrantes y visitar un museo islámico de cuatro pisos.
Los cuatro cuadrantes, de un diámetro de 46 metros cada uno, hechos con materiales de alta tecnología y decorados con oro, superarán en más de 400 metros el complejo de la Gran Mezquita, desde lo alto de una torre de 601 metros de altura.
Será así el edificio más alto del mundo después de Burj Jalifa de Dubái, que culmina a 828 metros.
En su sitio internet, la empresa alemana Premiere Composite, encargada de revestir la cumbre de la torre, una flecha brillante coronada por una media luna dorada, indica una altura de 590 metros.
Unos 250 "obreros musulmanes altamente cualificados" están encargados de soldar los cuadros de los cuatro frentes del reloj, según Spa.
Debajo de cada esfera del reloj de un diámetro seis veces mayor al del famoso Big Ben de Londres, figurará la frase "En nombre de Alá", iluminada por dos millones de lámparas LED.
Unas 21.000 lámparas blancas y verdes que decoran la cumbre de la torre serán visibles a 30 kilómetros y servirán para señalar el horario de las cinco oraciones diarias que deben hacer los musulmanes. Y, para las fiestas musulmanas, 16 bandas de luz enviarán al cielo haces de 10 kilómetros.
"Cada uno puede ver funcionar al reloj", indicó un habitante de La Meca (oeste), Hani al Wajih. "Esperamos establecer una 'hora de La Meca' y no solamente tener un reloj para mirar y mostrar", agregó.
La obra, decorada con dos espadas verdes y una palmera, el emblema de Arabia Saudita, está tomando forma.
Según Mohamed al Arkubi, el director del Royal Mecca Clock Tower Hotel, ubicado en el complejo, la instalación del reloj ha sido "una enorme operación".
El reloj cumple la voluntad de algunos musulmanes de querer reemplazar el tiempo universal coordinado (UTC), que es desde 1972 el tiempo medio de Greenwich (GMT), por un tiempo medio de La Meca.
Reunidos en conferencia en Doha en 2008, algunos religiosos musulmanes afirmaron, basándose en argumentos "científicos", que la hora de La Meca era el verdadero tiempo medio. Según ellos, la ciudad se encuentra en el centro del mundo, a diferencia del meridiano de Greenwich, que había sido impuesto por Occidente en 1884.
La torre se integra en un proyecto de complejo hotelero Abraj al Bait, financiado por fondos públicos y compuesto por siete torres que dominan un inmenso podio. Seis de las torres tienen entre 42 y 48 pisos, y en el medio se eleva la torre del reloj, dos veces más alta.
El complejo, con 3.000 habitaciones y apartamentos, un centro comercial de cinco pisos y una inmensa sala de conferencias y de oración, tendrá 1,5 millones de metros cuadrados de superficie, es decir, un poco menos que la terminal 3 del aeropuerto de Dubái, considerado el edificio más amplio del mundo.
El complejo incluye tres hoteles de lujo, el Fairmont, el Raffles y el Swiss Hotel, y tendrá centenares de apartamentos lujosos, desde los que se verá, para la mayoría, la Gran Mezquita.
Gracias a ese complejo, La Meca podrá recibir a 10 millones de personas para la peregrinación anual, en lugar de 3 millones en la actualidad.
El reloj será su icono. Los visitantes podrán acceder a una plataforma ubicada debajo de los cuadrantes y visitar un museo islámico de cuatro pisos.