
Policías turcos golpean a un manifestante
Tras una nueva noche de movilización y enfrentamientos en varias ciudades turcas, la Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK) hizo un llamamiento a la huelga de dos horas este martes, en protesta contra "el terror" del Estado en la represión.
"El terror ejercido por el Estado contra las manifestaciones totalmente pacíficas ocurrió de manera tal que amenaza la vida de civiles", afirmó este sindicato de izquierda, que afirma tener 240.000 afiliados. La brutalidad de la represión, añadió, "traduce la hostilidad contra la democracia" por parte del gobierno.
Un joven de 22 años murió el lunes en un hospital tras ser alcanzado por una bala durante una manifestación en el sur de Turquía, con lo que ya son dos las víctimas de los enfrentamientos callejeros en el país.
Las manifestaciones sacuden el país desde hace casi una semana en protesta contra la política del islamista Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan.
Según un parlamentario del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal partido de oposición, Abdulá Comert, el joven fallecido el lunes era miembro de la sección juvenil de esta formación.
Antes, la Unión de Médicos turcos había señalado la muerte de un joven que murió en la noche del domingo en Estambul luego de que un coche se estrellara contra los manifestantes.
La policía turca volvió a utilizar el lunes gases lacrimógenos contra centenares de manifestantes que lanzaban piedras en Ankara y Estambul, en el cuarto día consecutivo de protestas generalizadas.
Mientras Erdogan está en Marruecos, el presidente turco Abdulá Gul tiene previsto entrevistarse este martes con el vice primer ministro Bulent Arinc para examinar la situación.
Desde que se inició la movilización, Gul y Arinc, ambos del partido AKP de Erdogan, se han mostrado más conciliadores que el jefe de gobierno. Con un tono conciliador, Gul llamó el lunes a los manifestantes a la calma.
"Democracia no significa únicamente elecciones. Es normal expresar opiniones diferentes [...] Los mensajes transmitidos con buena voluntad han sido recibidos", aseguró.
Desde Rabat, Erdogan aseguró que la situación "se está calmando" en su país, a pesar del llamamiento a la huelga del KESK.
Según Erdogan, sus opositores se aprovecharon de los episodios en Estambul. "Al principio, los problemas con los árboles [que serían derribados para construir un centro comercial en Estambul] provocaron algunas protestas. Pero luego los manifestantes fueron controlados por personas que no han ganado las elecciones", afirmó.
En Estambul, miles de manifestantes volvieron a ocupar el lunes, por cuarta noche consecutiva, la plaza Taksim, indicaron periodistas de la AFP presentes en el lugar. "¡Tayyip, dimisión!", gritaban.
La policía, en tanto, intervino enérgicamente para dispersar una manifestación con cientos de personas en el barrio de Besiktas, no muy lejos de las oficinas del primer ministro.
La policía también intervino violentamente en Ankara para desalojar a los manifestantes de la plaza Kizilay, que desde el sábado se convirtió en epicentro de la protesta en la capital turca.
Desde el viernes, la protesta de un puñado de militantes de asociaciones contra la construcción de un centro comercial se extendió poco a poco al conjunto de Turquía.
Erdogan, acusado de autoritarismo y de querer "islamizar" la sociedad turca, se enfrenta a un movimiento de protesta de una importancia inédita desde la llegada al poder del AKP en 2002.
"El terror ejercido por el Estado contra las manifestaciones totalmente pacíficas ocurrió de manera tal que amenaza la vida de civiles", afirmó este sindicato de izquierda, que afirma tener 240.000 afiliados. La brutalidad de la represión, añadió, "traduce la hostilidad contra la democracia" por parte del gobierno.
Un joven de 22 años murió el lunes en un hospital tras ser alcanzado por una bala durante una manifestación en el sur de Turquía, con lo que ya son dos las víctimas de los enfrentamientos callejeros en el país.
Las manifestaciones sacuden el país desde hace casi una semana en protesta contra la política del islamista Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan.
Según un parlamentario del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal partido de oposición, Abdulá Comert, el joven fallecido el lunes era miembro de la sección juvenil de esta formación.
Antes, la Unión de Médicos turcos había señalado la muerte de un joven que murió en la noche del domingo en Estambul luego de que un coche se estrellara contra los manifestantes.
La policía turca volvió a utilizar el lunes gases lacrimógenos contra centenares de manifestantes que lanzaban piedras en Ankara y Estambul, en el cuarto día consecutivo de protestas generalizadas.
Mientras Erdogan está en Marruecos, el presidente turco Abdulá Gul tiene previsto entrevistarse este martes con el vice primer ministro Bulent Arinc para examinar la situación.
Desde que se inició la movilización, Gul y Arinc, ambos del partido AKP de Erdogan, se han mostrado más conciliadores que el jefe de gobierno. Con un tono conciliador, Gul llamó el lunes a los manifestantes a la calma.
"Democracia no significa únicamente elecciones. Es normal expresar opiniones diferentes [...] Los mensajes transmitidos con buena voluntad han sido recibidos", aseguró.
Desde Rabat, Erdogan aseguró que la situación "se está calmando" en su país, a pesar del llamamiento a la huelga del KESK.
Según Erdogan, sus opositores se aprovecharon de los episodios en Estambul. "Al principio, los problemas con los árboles [que serían derribados para construir un centro comercial en Estambul] provocaron algunas protestas. Pero luego los manifestantes fueron controlados por personas que no han ganado las elecciones", afirmó.
En Estambul, miles de manifestantes volvieron a ocupar el lunes, por cuarta noche consecutiva, la plaza Taksim, indicaron periodistas de la AFP presentes en el lugar. "¡Tayyip, dimisión!", gritaban.
La policía, en tanto, intervino enérgicamente para dispersar una manifestación con cientos de personas en el barrio de Besiktas, no muy lejos de las oficinas del primer ministro.
La policía también intervino violentamente en Ankara para desalojar a los manifestantes de la plaza Kizilay, que desde el sábado se convirtió en epicentro de la protesta en la capital turca.
Desde el viernes, la protesta de un puñado de militantes de asociaciones contra la construcción de un centro comercial se extendió poco a poco al conjunto de Turquía.
Erdogan, acusado de autoritarismo y de querer "islamizar" la sociedad turca, se enfrenta a un movimiento de protesta de una importancia inédita desde la llegada al poder del AKP en 2002.