YAKARTA, 17 julio 2009 (AFP) -
Las dos explosiones casi simultáneas tuvieron lugar poco antes de las 08H00 (01H00 GMT) en el hotel Ritz Carlton, uno de los más lujosos de la capital, y en el Marriott, ambos situados en el barrio de negocios de Kuningan, en el centro de la capital, y frecuentados por extranjeros.
Las deflagraciones fueron provocadas por "bombas de fuerte potencia", anunció el ministro de Seguridad indonesio, Widodo Adi Sucipto.
Siete de las nueve víctimas murieron en un café del sótano del Marriott y el resto en el restaurante del Ritz Carlton. Entre ellos figura un hombre de negocios neozelandés.
Unas 40 personas resultaron además gravemente heridas, entre las cuales había 14 extranjeros, según la policía.
El ministerio de Relaciones Exteriores holandés confirmó por su parte que tres ciudadanos holandeses resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.
Estos atentados "han roto la atmósfera de seguridad que reinaba en el país" desde hacía varios años, indicó Sucipto, resumiendo la sensación general de la clase política.
"Es un acto de terrorismo", condenó el presidente Susilo Bambang Yudhoyono, que se desplazó al lugar de los atentados, que calificó de "crueles e inhumanos".
En una primera reacción, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, condenó este viernes los "actos de violencia sin sentido" en Indonesia.
Indonesia había logrado en estos últimos años dejar de aparecer como un país de alto riesgo terrorista, tras asestar duros golpes a los movimientos islamistas clandestinos responsabilizados de una ola de atentados a principios de la década.
El más mortífero de ellos mató a 202 personas, principalmente turistas, en la estación balnearia de Kuta, en Bali, el 12 de octubre de 2002.
Yakarta no había sufrido ataques desde el 9 de septiembre de 2004, cuando un atentado con coche bomba frente a la embajada australiana causó 10 muertos.
Un año antes, el hotel Marriott ya había sido víctima de un atentado que dejó 12 muertos.
Esta serie de ataques había sido atribuida a Jemaa Islamiya (JI), la mayor red islamista del sudeste asiático que tiene por objetivo la creación de un Estado islámico.
Cientos de activistas y simpatizantes fueron arrestados, pero algunos de sus líderes permanecen prófugos, como el malasio Noordin Mohammad Top, a quien se atribuyen los atentados del Marriott de Yakarta y el de Bali.
Las dos explosiones del viernes sorprendieron a los clientes de ambos hoteles a la hora del desayuno.
"De repente el techo se cayó y escuchamos un ruido enorme", relató Cho In Sang, un surcoreano de 50 años, que se encontraba en el Ritz Carlton y fue llevado al hospital con heridas en los brazos y las piernas.
"Escuché dos ruidos de explosiones provenientes del Marriott y del Ritz Carlton. Y luego vi a la gente huir", indicó a la AFP Eko Susanto, guardia de seguridad.
Estas explosiones tuvieron lugar una semana después de las elecciones presidenciales, que se desarrollaron en calma y en las que, según resultados aún parciales, Yudhoyono fue reelegido.
El regreso de la estabilidad en Indonesia se atribuye a Yudhoyono, en un país donde el uso del terrorismo es considerado extremadamente impopular entre los 235 millones de habitantes, la gran mayoría de los cuales practica un Islam moderado.
Estos atentados deberían provocar la anulación de la visita de los jugadores del club de fútbol inglés Manchester United, que iban a quedarse en el Ritz Carlton antes del encuentro previsto el sábado contra una selección de jugadores indonesios.
bur-jri/mg/it
© 1994-2009 Agence France-Presse
Las dos explosiones casi simultáneas tuvieron lugar poco antes de las 08H00 (01H00 GMT) en el hotel Ritz Carlton, uno de los más lujosos de la capital, y en el Marriott, ambos situados en el barrio de negocios de Kuningan, en el centro de la capital, y frecuentados por extranjeros.
Las deflagraciones fueron provocadas por "bombas de fuerte potencia", anunció el ministro de Seguridad indonesio, Widodo Adi Sucipto.
Siete de las nueve víctimas murieron en un café del sótano del Marriott y el resto en el restaurante del Ritz Carlton. Entre ellos figura un hombre de negocios neozelandés.
Unas 40 personas resultaron además gravemente heridas, entre las cuales había 14 extranjeros, según la policía.
El ministerio de Relaciones Exteriores holandés confirmó por su parte que tres ciudadanos holandeses resultaron heridos, dos de ellos de gravedad.
Estos atentados "han roto la atmósfera de seguridad que reinaba en el país" desde hacía varios años, indicó Sucipto, resumiendo la sensación general de la clase política.
"Es un acto de terrorismo", condenó el presidente Susilo Bambang Yudhoyono, que se desplazó al lugar de los atentados, que calificó de "crueles e inhumanos".
En una primera reacción, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, condenó este viernes los "actos de violencia sin sentido" en Indonesia.
Indonesia había logrado en estos últimos años dejar de aparecer como un país de alto riesgo terrorista, tras asestar duros golpes a los movimientos islamistas clandestinos responsabilizados de una ola de atentados a principios de la década.
El más mortífero de ellos mató a 202 personas, principalmente turistas, en la estación balnearia de Kuta, en Bali, el 12 de octubre de 2002.
Yakarta no había sufrido ataques desde el 9 de septiembre de 2004, cuando un atentado con coche bomba frente a la embajada australiana causó 10 muertos.
Un año antes, el hotel Marriott ya había sido víctima de un atentado que dejó 12 muertos.
Esta serie de ataques había sido atribuida a Jemaa Islamiya (JI), la mayor red islamista del sudeste asiático que tiene por objetivo la creación de un Estado islámico.
Cientos de activistas y simpatizantes fueron arrestados, pero algunos de sus líderes permanecen prófugos, como el malasio Noordin Mohammad Top, a quien se atribuyen los atentados del Marriott de Yakarta y el de Bali.
Las dos explosiones del viernes sorprendieron a los clientes de ambos hoteles a la hora del desayuno.
"De repente el techo se cayó y escuchamos un ruido enorme", relató Cho In Sang, un surcoreano de 50 años, que se encontraba en el Ritz Carlton y fue llevado al hospital con heridas en los brazos y las piernas.
"Escuché dos ruidos de explosiones provenientes del Marriott y del Ritz Carlton. Y luego vi a la gente huir", indicó a la AFP Eko Susanto, guardia de seguridad.
Estas explosiones tuvieron lugar una semana después de las elecciones presidenciales, que se desarrollaron en calma y en las que, según resultados aún parciales, Yudhoyono fue reelegido.
El regreso de la estabilidad en Indonesia se atribuye a Yudhoyono, en un país donde el uso del terrorismo es considerado extremadamente impopular entre los 235 millones de habitantes, la gran mayoría de los cuales practica un Islam moderado.
Estos atentados deberían provocar la anulación de la visita de los jugadores del club de fútbol inglés Manchester United, que iban a quedarse en el Ritz Carlton antes del encuentro previsto el sábado contra una selección de jugadores indonesios.
bur-jri/mg/it
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