La visita relámpago de cuatro horas de Medvedev encolerizó a Japón. El primer ministro Naoto Kan la calificó de "muy lamentable", pues su país considera que cuatro de las islas de ese archipiélago forman parte del "territorio japonés".
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores nipón, Seiji Maehara, convocó al embajador de Rusia, Mijail Bely, en señal de protesta. Pero el canciller ruso recordó que para Moscú se trataba de "un asunto interno ruso".
En este contexto, una fuente del ministerio ruso de Relaciones Exteriores declaró a la agencia Interfax que no entendía la cólera japonesa. "Nosotros no comprendemos la reacción de la parte japonesa. La posición rusa sigue siendo la misma y no ha experimentado ningún cambio", destacó.
Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, había destacado el sábado que el presidente ruso era libre de elegir "las regiones rusas" que visita y consideró que no había "ningún vínculo" entre una visita a las Kuriles y las relaciones ruso-niponas.
Lavrov convocó el lunes al embajador japonés en Moscú tras calificar de "inaceptable" la reacción del país asiático a la visita de Medvedev a las Kuriles.
"La reacción de la parte japonesa (...) es inaceptable. Es nuestra tierra, y el presidente ruso ha viajado a tierra rusa", declaró Lavrov.
"El embajador de Japón en Moscú será invitado a acudir al ministerio (ruso) de Relaciones Exteriores para que de nuevo podamos expresar nuestra posición claramente y sin equívocos", añadió Lavrov ante la prensa al margen de la visita a Rusia de su homólogo alemán Guido Westerwelle.
Medvedev viajó el lunes a Kunashir, una de las cuatro islas del archipiélago en litigio, que Rusia llama Kuriles del Sur y Japón Territorios del Norte. Esta polémica visita tuvo lugar antes del viaje del mandatario ruso a Japón para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) el 12 de noviembre.
El intercambio de declaraciones ruso-japonesas contrasta con el optimismo manifestado en junio pasado por el primer ministro nipón, quien consideró que había "mejores condiciones (...) para progresar" en las relaciones bilaterales, incluyendo la cuestión de las Kuriles.
También dijo que había tenido "un buen punto de partida para establecer relaciones de confianza personal con el presidente Medvedev".
Japón es el segundo socio comercial de Rusia en Asia después de China, con intercambios que ascendieron a 30.000 millones de dólares en 2008, en comparación con 4.000 millones de dólares en 2005.
Rusia y Japón se disputan cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Habomai, Shikotan, Etorofu y Kunashiri en lengua japonesa). Estas islas fueron anexadas por los soviéticos el 18 de agosto de 1945, tres días después del anuncio de la capitulación nipona. En Rusia Etorofu se conoce con el nombre de Iturup y Kunashiri con el de Kunashir.
Este diferendo impide desde hace 65 años la firma de un tratado de paz entre ambos países.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores nipón, Seiji Maehara, convocó al embajador de Rusia, Mijail Bely, en señal de protesta. Pero el canciller ruso recordó que para Moscú se trataba de "un asunto interno ruso".
En este contexto, una fuente del ministerio ruso de Relaciones Exteriores declaró a la agencia Interfax que no entendía la cólera japonesa. "Nosotros no comprendemos la reacción de la parte japonesa. La posición rusa sigue siendo la misma y no ha experimentado ningún cambio", destacó.
Por su parte, el canciller ruso, Serguei Lavrov, había destacado el sábado que el presidente ruso era libre de elegir "las regiones rusas" que visita y consideró que no había "ningún vínculo" entre una visita a las Kuriles y las relaciones ruso-niponas.
Lavrov convocó el lunes al embajador japonés en Moscú tras calificar de "inaceptable" la reacción del país asiático a la visita de Medvedev a las Kuriles.
"La reacción de la parte japonesa (...) es inaceptable. Es nuestra tierra, y el presidente ruso ha viajado a tierra rusa", declaró Lavrov.
"El embajador de Japón en Moscú será invitado a acudir al ministerio (ruso) de Relaciones Exteriores para que de nuevo podamos expresar nuestra posición claramente y sin equívocos", añadió Lavrov ante la prensa al margen de la visita a Rusia de su homólogo alemán Guido Westerwelle.
Medvedev viajó el lunes a Kunashir, una de las cuatro islas del archipiélago en litigio, que Rusia llama Kuriles del Sur y Japón Territorios del Norte. Esta polémica visita tuvo lugar antes del viaje del mandatario ruso a Japón para la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) el 12 de noviembre.
El intercambio de declaraciones ruso-japonesas contrasta con el optimismo manifestado en junio pasado por el primer ministro nipón, quien consideró que había "mejores condiciones (...) para progresar" en las relaciones bilaterales, incluyendo la cuestión de las Kuriles.
También dijo que había tenido "un buen punto de partida para establecer relaciones de confianza personal con el presidente Medvedev".
Japón es el segundo socio comercial de Rusia en Asia después de China, con intercambios que ascendieron a 30.000 millones de dólares en 2008, en comparación con 4.000 millones de dólares en 2005.
Rusia y Japón se disputan cuatro islas del archipiélago de las Kuriles (Habomai, Shikotan, Etorofu y Kunashiri en lengua japonesa). Estas islas fueron anexadas por los soviéticos el 18 de agosto de 1945, tres días después del anuncio de la capitulación nipona. En Rusia Etorofu se conoce con el nombre de Iturup y Kunashiri con el de Kunashir.
Este diferendo impide desde hace 65 años la firma de un tratado de paz entre ambos países.