Los enfrentamientos fueron desencadenados en Loder, donde los combatientes de las tribus y elementos de Al Qaida cercaban a un regimiento al que responsabilizan de la muerte, el sábado pasado, de seis personas, presentadas por las autoridades locales como partidarios de la red de Osama bin Laden.
Por la intensidad de los enfrentamientos con artillería pesada y cañones, los habitantes comenzaron el viernes a huir de Loder hacia las ciudades vecinas, según testigos.
El jueves, miembros de tribus capturaron a dos soldados y decidieron mantener el cerco del regimiento en Loder, mientras los responsables de la matanza del sábado "no les fueron entregados", según una fuente tribal.
El sábado pasado, una fuente de los servicios de seguridad había anunciado la muerte por el ejército de seis activistas de Al Qaida.
El ejército respondía a un ataque contra una unidad militar cerca de la estación eléctrica en Loder.
El martes pasado, un responsable en Loder había indicado la muerte de 13 presuntos miembros de Al Qaida, en enfrentamientos con los soldados en la ciudad.
Algunas regiones de Yemen, en especial el sur, escapan cada vez más al control del poder central, tras la deserción de jefes del ejército que se unieron al movimiento que pide le salida del presidente Ali Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Las autoridades yemeníes luchan contra Al Qaida en la península arábica (Aqpa), nacido de la fusión de los brazos yemenitas y saudíes de la red de Osama bin Laden, activo en el sur y el este de Yemen.
Por otro lado, decenas de miles de partidarios y de adversarios del presidente yemenita, Alí Abdalá Saleh, se reunieron el viernes separadamente en Saná, donde se tomaron estrictas medidas de seguridad por temor a enfrentamientos entre grupos rivales, según un periodista de la AFP.
Al promediar la mañana se observó una fuerte tensión en la capital, donde las fuerzas de seguridad y el ejército instalaron numerosos retenes en las rutas que conducen a los lugares donde se congregan los manifestantes.
Se teme una explosión de violencia en la capital, donde se encuentran frente a frente unidades rivales del ejército, parte del cual simpatiza con los contestatarios, y de la guardia republicana, dirigida por el hijo del jefe del Estado, Ahmad Saleh.
Por la intensidad de los enfrentamientos con artillería pesada y cañones, los habitantes comenzaron el viernes a huir de Loder hacia las ciudades vecinas, según testigos.
El jueves, miembros de tribus capturaron a dos soldados y decidieron mantener el cerco del regimiento en Loder, mientras los responsables de la matanza del sábado "no les fueron entregados", según una fuente tribal.
El sábado pasado, una fuente de los servicios de seguridad había anunciado la muerte por el ejército de seis activistas de Al Qaida.
El ejército respondía a un ataque contra una unidad militar cerca de la estación eléctrica en Loder.
El martes pasado, un responsable en Loder había indicado la muerte de 13 presuntos miembros de Al Qaida, en enfrentamientos con los soldados en la ciudad.
Algunas regiones de Yemen, en especial el sur, escapan cada vez más al control del poder central, tras la deserción de jefes del ejército que se unieron al movimiento que pide le salida del presidente Ali Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 años.
Las autoridades yemeníes luchan contra Al Qaida en la península arábica (Aqpa), nacido de la fusión de los brazos yemenitas y saudíes de la red de Osama bin Laden, activo en el sur y el este de Yemen.
Por otro lado, decenas de miles de partidarios y de adversarios del presidente yemenita, Alí Abdalá Saleh, se reunieron el viernes separadamente en Saná, donde se tomaron estrictas medidas de seguridad por temor a enfrentamientos entre grupos rivales, según un periodista de la AFP.
Al promediar la mañana se observó una fuerte tensión en la capital, donde las fuerzas de seguridad y el ejército instalaron numerosos retenes en las rutas que conducen a los lugares donde se congregan los manifestantes.
Se teme una explosión de violencia en la capital, donde se encuentran frente a frente unidades rivales del ejército, parte del cual simpatiza con los contestatarios, y de la guardia republicana, dirigida por el hijo del jefe del Estado, Ahmad Saleh.