
George Zimmerman
La decisión de conceder la fianza "molestó demasiado" a la familia Martin, dijo su abogado a la salida de los tribunales.
Zimmerman, de 28 años, no saldrá el viernes de la cárcel de Sanford (centro de Florida) donde se encuntra desde el 11 de abril, y por el momento no está claro cuando este vigilante voluntario de la urbanización privada en la que vivía podría obtener la libertad condicional, ya que debe cumplir con las imposiciones del juez.
"Lamento la pérdida de su hijo", dijo Zimmerman al prestar su inesperado testimonio. "No sabía cuántos años tenía. Pensé que era un poco más joven que yo. Yo no sabía si estaba armado o no", concluyó tranquilo, vestido de traje y corbata pero esposado.
Tras más de un mes de polémicos debates en Estados Unidos sobre la discriminación racial que pudo imperar en este caso, esta fue la primera audiencia para escuchar a las partes, sobre todo al acusado que se mantuvo casi dos meses escondido tras recibir amenazas de muerte, según dijo él y su familia.
El sospechoso enfrenta una pena de cadena perpetua por un asesinato en segundo grado, crimen por el cual usualmente no se otorga fianza en Florida.
Tras una audiencia de más de dos horas, el juez Kenneth Lester impuso una fianza de 150.000 dólares para Zimmerman, un sistema de monitoreo electrónico a través de un GPS, prohibición para portar armas, no podrá comunicarse con la familia Martin ni consumir alcohol.
Su defensa había pedido una fianza de 15.000 dólares y la Fiscalía estatal, en desacuerdo a una eventual libertad condicional, pedía una fianza de 1 millón de dólares.
La próxima audiencia para presentar formalmente los cargos en su contra será el 29 de mayo.
El abogado de Zimmerman, Mark O'Mara dijo a la salida de los tribunales que cree "que pasarán algunos días" antes que su cliente sea liberado y que será "duro" conseguir ese dinero, pero destacó que el acusado estaba "feliz" por la fianza.
Tanto Zimmerman como su familia revelaron en la audiencia que cuentan con pocos ahorros por lo tanto se desconoce cómo el acusado conseguirá el monto para salir de la prisión.
El abogado O'Mara solicitó al juez que se le autorizada a su cliente residir fuera del estado de Florida, pero no hubo pronunciamiento sobre este pedido.
En la sala se encontraban los padres de Trayvon Martin, Sybrina Fulton y Tracy Martin junto a su abogado.
Al ser consultado porqué tardó tanto en disculparse, Zimmerman dijo: "Me dijeron que no me comunicara con ellos".
El defensor de Zimmerman indicó que el acusado había colaborado en todo momento con las autoridades.
"Él se entregó voluntariamente y se rindió ante las autoridades", dijo O'Mara. "Está bien asentado en esta comunidad", defendió el abogado, que como su familia resaltaron episodios en la vida de Zimmerman donde ha mostrado interés por la comunidad y trabajos sociales.
El fiscal Bernardo De La Rionda argumentó que el tribunal debía considerar que Trayvon Martin "no estaba cometiendo un delito" en el momento del crimen e insistió en el hecho de que el joven fue tomado por delincuente sin motivos sustanciales.
La esposa del acusado, Shellie, así como sus padres, Robert y Gladys Zimmerman prestaron su testimonio por teléfono.
"Nunca ha sido una persona violenta a menos que sea provocado", dijo el padre en una de sus declaraciones y aseguró que su hijo "ha sido una persona honesta toda su vida".
Zimmerman disparó contra Martin, de 17 años, en un altercado registrado en una urbanización privada en Sanford el 26 de febrero cuando el joven caminaba a la casa donde estaba su padre tras comprar unos dulces.
La policía detuvo brevemente a Zimmerman luego del incidente, pero no lo arrestó amparándose en una ley sobre el porte de armas en Florida conocida como "Defienda su posición", que permite a los ciudadanos usar fuerza letal contra cualquier persona que represente una amenaza seria, otorgándoles inmunidad frente a la justicia.
Este caso desató la ira de la comunidad afroamericana -según la cual imperó el prejuicio racial- y provocó un duro debate a nivel nacional al que se sumaron el presidente Barack Obama y congresistas negros.
Zimmerman, de 28 años, no saldrá el viernes de la cárcel de Sanford (centro de Florida) donde se encuntra desde el 11 de abril, y por el momento no está claro cuando este vigilante voluntario de la urbanización privada en la que vivía podría obtener la libertad condicional, ya que debe cumplir con las imposiciones del juez.
"Lamento la pérdida de su hijo", dijo Zimmerman al prestar su inesperado testimonio. "No sabía cuántos años tenía. Pensé que era un poco más joven que yo. Yo no sabía si estaba armado o no", concluyó tranquilo, vestido de traje y corbata pero esposado.
Tras más de un mes de polémicos debates en Estados Unidos sobre la discriminación racial que pudo imperar en este caso, esta fue la primera audiencia para escuchar a las partes, sobre todo al acusado que se mantuvo casi dos meses escondido tras recibir amenazas de muerte, según dijo él y su familia.
El sospechoso enfrenta una pena de cadena perpetua por un asesinato en segundo grado, crimen por el cual usualmente no se otorga fianza en Florida.
Tras una audiencia de más de dos horas, el juez Kenneth Lester impuso una fianza de 150.000 dólares para Zimmerman, un sistema de monitoreo electrónico a través de un GPS, prohibición para portar armas, no podrá comunicarse con la familia Martin ni consumir alcohol.
Su defensa había pedido una fianza de 15.000 dólares y la Fiscalía estatal, en desacuerdo a una eventual libertad condicional, pedía una fianza de 1 millón de dólares.
La próxima audiencia para presentar formalmente los cargos en su contra será el 29 de mayo.
El abogado de Zimmerman, Mark O'Mara dijo a la salida de los tribunales que cree "que pasarán algunos días" antes que su cliente sea liberado y que será "duro" conseguir ese dinero, pero destacó que el acusado estaba "feliz" por la fianza.
Tanto Zimmerman como su familia revelaron en la audiencia que cuentan con pocos ahorros por lo tanto se desconoce cómo el acusado conseguirá el monto para salir de la prisión.
El abogado O'Mara solicitó al juez que se le autorizada a su cliente residir fuera del estado de Florida, pero no hubo pronunciamiento sobre este pedido.
En la sala se encontraban los padres de Trayvon Martin, Sybrina Fulton y Tracy Martin junto a su abogado.
Al ser consultado porqué tardó tanto en disculparse, Zimmerman dijo: "Me dijeron que no me comunicara con ellos".
El defensor de Zimmerman indicó que el acusado había colaborado en todo momento con las autoridades.
"Él se entregó voluntariamente y se rindió ante las autoridades", dijo O'Mara. "Está bien asentado en esta comunidad", defendió el abogado, que como su familia resaltaron episodios en la vida de Zimmerman donde ha mostrado interés por la comunidad y trabajos sociales.
El fiscal Bernardo De La Rionda argumentó que el tribunal debía considerar que Trayvon Martin "no estaba cometiendo un delito" en el momento del crimen e insistió en el hecho de que el joven fue tomado por delincuente sin motivos sustanciales.
La esposa del acusado, Shellie, así como sus padres, Robert y Gladys Zimmerman prestaron su testimonio por teléfono.
"Nunca ha sido una persona violenta a menos que sea provocado", dijo el padre en una de sus declaraciones y aseguró que su hijo "ha sido una persona honesta toda su vida".
Zimmerman disparó contra Martin, de 17 años, en un altercado registrado en una urbanización privada en Sanford el 26 de febrero cuando el joven caminaba a la casa donde estaba su padre tras comprar unos dulces.
La policía detuvo brevemente a Zimmerman luego del incidente, pero no lo arrestó amparándose en una ley sobre el porte de armas en Florida conocida como "Defienda su posición", que permite a los ciudadanos usar fuerza letal contra cualquier persona que represente una amenaza seria, otorgándoles inmunidad frente a la justicia.
Este caso desató la ira de la comunidad afroamericana -según la cual imperó el prejuicio racial- y provocó un duro debate a nivel nacional al que se sumaron el presidente Barack Obama y congresistas negros.