Inicio
Política
La campaña viene en momentos en que la Arquidiócesis, debido a la crisis económica, está planificando reducir el número de escuelas católicas y garantizar el futuro de las que queden. Los detalles del plan denominado "Camino a la Excelencia" probablemente se anunciarán en octubre, dijo a los medios Joseph Zwilling, portavoz de la Arquidiócesis.
"Debemos admitir que los días en que se esperaba que una parroquia por sí misma podía financiar una escuela han llegado a su fin", escribió el arzobispo de Nueva York Tomothy Dolan en el periódico de la Arquidiócesis.
Rudy Vargas, asesor de campo de la campaña, en relación al plan de cierre de escuelas, dijo que las personas deben confiar que hay un compromiso para los hispanos, "y se le está pidiendo a toda la comunidad católica que apoyemos este esfuerzo de respaldar las escuelas católicas en la Arquidiócesis de Nueva York".
Al hablar de la campaña, dijo que la misma se está enfocando en 30 escuelas elementales y secundarias de la Arquidiócesis de Nueva York, asistiendo a los líderes de estos centros de estudios con el desarrollo y la implementación de prácticas culturales más efectivas para servir a los estudiantes latinos y sus familias. Vargas también trabajará con líderes de la comunidad hispana y otras instituciones de apoyo a la educación católica, para garantizar el respaldo y el éxito de la iniciativa.
"Queremos involucrar a las familias latinas para que conozcan el valor y las ventajas de una escuela católica y también trabajaremos con las escuelas católicas para identificar los recursos para programas culturales sensibles para los niños latinos, y por último nos esforzaremos en buscar los recursos económicos para que los niños se puedan inscribir", explicó. Vargas reveló que para los padres de escasos recursos económicos, hay ayuda.
"Si son miembros de la parroquia, las escuelas pueden ofrecer un descuento en la matrícula, y los directores están abiertos a colaborar con los padres, y la misma Arquidiócesis recauda fondos para ayudar a que los niños tengan una educación de calidad", dijo Vargas.
Entre los beneficios de estudiar en una escuela católica, Vargas mencionó las clases de religión, "que alimentan la fe en los niños, lo que tiene un gran valor en las familias hispanas".
"En la Arquidiócesis de Nueva York, más del 90% de los jóvenes latinos se gradúan de secundaria, y más del 80% ingresan a la universidad", indicó.
Pero según Vargas, a nivel nacional sólo el 3% de los estudiantes de escuelas católicas son latinos, y en la Arquidiócesis de Nueva York el porcentaje alcanza de 7% a 10%.
La matrícula, dependiendo de la escuela, va de $5,000 a $7,000 al año, pero según Vargas hay oportunidades de becas y descuentos.
Jesús Ozuna, de 38 años, padre de El Bronx, dijo que a él le gustaría que sus hijos se educaran en escuelas católicas, "porque hay más disciplina y mejor educación", pero señaló que no cuenta con los recursos para pagar la matrícula.
"Si me dieran ayuda financiera los inscribiría", dijo Ozuna.
Gladys Ortiz, de Manhattan, dijo que le gustan las escuelas católicas para la educación de sus hijos, pero que nunca pensó en inscribirlos por no contar con los recursos necesarios.
La Superintendencia de Escuelas de la Arquidiócesis de Nueva York supervisa 276 escuelas católicas elementales y secundarias en 10 condados, incluyendo Manhattan, Staten Island, y El Bronx.
"Debemos admitir que los días en que se esperaba que una parroquia por sí misma podía financiar una escuela han llegado a su fin", escribió el arzobispo de Nueva York Tomothy Dolan en el periódico de la Arquidiócesis.
Rudy Vargas, asesor de campo de la campaña, en relación al plan de cierre de escuelas, dijo que las personas deben confiar que hay un compromiso para los hispanos, "y se le está pidiendo a toda la comunidad católica que apoyemos este esfuerzo de respaldar las escuelas católicas en la Arquidiócesis de Nueva York".
Al hablar de la campaña, dijo que la misma se está enfocando en 30 escuelas elementales y secundarias de la Arquidiócesis de Nueva York, asistiendo a los líderes de estos centros de estudios con el desarrollo y la implementación de prácticas culturales más efectivas para servir a los estudiantes latinos y sus familias. Vargas también trabajará con líderes de la comunidad hispana y otras instituciones de apoyo a la educación católica, para garantizar el respaldo y el éxito de la iniciativa.
"Queremos involucrar a las familias latinas para que conozcan el valor y las ventajas de una escuela católica y también trabajaremos con las escuelas católicas para identificar los recursos para programas culturales sensibles para los niños latinos, y por último nos esforzaremos en buscar los recursos económicos para que los niños se puedan inscribir", explicó. Vargas reveló que para los padres de escasos recursos económicos, hay ayuda.
"Si son miembros de la parroquia, las escuelas pueden ofrecer un descuento en la matrícula, y los directores están abiertos a colaborar con los padres, y la misma Arquidiócesis recauda fondos para ayudar a que los niños tengan una educación de calidad", dijo Vargas.
Entre los beneficios de estudiar en una escuela católica, Vargas mencionó las clases de religión, "que alimentan la fe en los niños, lo que tiene un gran valor en las familias hispanas".
"En la Arquidiócesis de Nueva York, más del 90% de los jóvenes latinos se gradúan de secundaria, y más del 80% ingresan a la universidad", indicó.
Pero según Vargas, a nivel nacional sólo el 3% de los estudiantes de escuelas católicas son latinos, y en la Arquidiócesis de Nueva York el porcentaje alcanza de 7% a 10%.
La matrícula, dependiendo de la escuela, va de $5,000 a $7,000 al año, pero según Vargas hay oportunidades de becas y descuentos.
Jesús Ozuna, de 38 años, padre de El Bronx, dijo que a él le gustaría que sus hijos se educaran en escuelas católicas, "porque hay más disciplina y mejor educación", pero señaló que no cuenta con los recursos para pagar la matrícula.
"Si me dieran ayuda financiera los inscribiría", dijo Ozuna.
Gladys Ortiz, de Manhattan, dijo que le gustan las escuelas católicas para la educación de sus hijos, pero que nunca pensó en inscribirlos por no contar con los recursos necesarios.
La Superintendencia de Escuelas de la Arquidiócesis de Nueva York supervisa 276 escuelas católicas elementales y secundarias en 10 condados, incluyendo Manhattan, Staten Island, y El Bronx.
