Estudiantes marchan por las calles de Bogotá, Colombia.
"Marchamos exigiendo a la ministra (de Educación, María Campo) que retire el proyecto de ley del Congreso. Pedimos generar espacios de diálogo y concertación sobre nuestra educación, y exigimos el respeto a la movilización", dijo a la AFP Sergio Fernández, vocero estudiantil de la Universidad Nacional, la más importante de Colombia.
El presidente Juan Manuel Santos anunció horas después que el gobierno no va a retirar ese proyecto.
"No vamos a retirar el proyecto, porque consideramos que hacerlo sería darle un duro golpe a la educación superior del país", dijo en un acto público, en el que también rechazó algunos actos de vandalismo que se han presentado en los últimos días durante las protestas estudiantiles.
Los universitarios marcharon por siete vías principales para confluir en el centro de Bogotá, donde realizaron un "abrazatón", mientras en el Congreso se realizaba un debate sobre el proyecto de reforma de la educación superior.
Con pancartas y consignas como "Ley 30 = muerte a educación de calidad", los jóvenes recorrieron las calles disfrazados, algunos de ministros, bailando y tocando instrumentos.
"Donde cabe uno, caben tres, pero tres estudiantes de baja calidad", era otra de las consignas de los universitarios.
A lo largo de la marcha, grupos de estudiantes imitaban a la ministra de Educación, a la que representron como la muerte que iba tocando a otros jóvenes que representaban a las universidades colombianas.
Las manifestaciones se replicaron en las principales ciudades del país, como Medellín, Cali, Pereira, Barranquilla y Neiva, donde también los estudiantes se encuentran en paro de actividades académicas.
El punto más controvertido del proyecto de ley es el que plantea que las universidades tendrán autonomía no sólo académica sino también financiera, instando a los centros de estudio a generar recursos propios.
"Tenemos ya una propuesta educativa, como nos lo pidió el gobierno, pero no la presentaremos hasta que desistan" de debatir el actual proyecto en el parlamento, donde el gobierno tiene mayoría absoluta, dijo Jairo Rivera, dirigente estudiantil de la Universidad Nacional.
"Hemos recibido la solidaridad de estudiantes chilenos que como nosotros pedecen la imposición de un sistema neoliberal que busca la privatización de la educación pública de calidad", dijo animada Marcela Agudelo, de 21 años, estudiante de artes escénicas en la Universidad Pedagógica.
"La reforma busca ampliar desbordadamente los cupos pero con unos recursos mínimos. Lo grave es que propone que ante la quiebra de las universidades se desarrolle un modelo mixto educativo, que incluye progresivamente la inyección de capital privado", criticó de su lado Fernández.
En rechazo al proyecto legislativo, los estudiantes se encuentran en huelga desde el 11 de octubre y este miércoles aseguraron que continuarán "hasta las últimas consecuencias de manera pacífica"., "Preferimos perder un semestre que nuestra educación", dijeron.
Según el gobierno, con la reforma la educación superior obtendrá más recursos (unos 5.740 millones de dólares para los próximos 10 años), se abrirán 600.000 nuevos cupos, y habrá mayor calidad educativa.
El presidente Juan Manuel Santos anunció horas después que el gobierno no va a retirar ese proyecto.
"No vamos a retirar el proyecto, porque consideramos que hacerlo sería darle un duro golpe a la educación superior del país", dijo en un acto público, en el que también rechazó algunos actos de vandalismo que se han presentado en los últimos días durante las protestas estudiantiles.
Los universitarios marcharon por siete vías principales para confluir en el centro de Bogotá, donde realizaron un "abrazatón", mientras en el Congreso se realizaba un debate sobre el proyecto de reforma de la educación superior.
Con pancartas y consignas como "Ley 30 = muerte a educación de calidad", los jóvenes recorrieron las calles disfrazados, algunos de ministros, bailando y tocando instrumentos.
"Donde cabe uno, caben tres, pero tres estudiantes de baja calidad", era otra de las consignas de los universitarios.
A lo largo de la marcha, grupos de estudiantes imitaban a la ministra de Educación, a la que representron como la muerte que iba tocando a otros jóvenes que representaban a las universidades colombianas.
Las manifestaciones se replicaron en las principales ciudades del país, como Medellín, Cali, Pereira, Barranquilla y Neiva, donde también los estudiantes se encuentran en paro de actividades académicas.
El punto más controvertido del proyecto de ley es el que plantea que las universidades tendrán autonomía no sólo académica sino también financiera, instando a los centros de estudio a generar recursos propios.
"Tenemos ya una propuesta educativa, como nos lo pidió el gobierno, pero no la presentaremos hasta que desistan" de debatir el actual proyecto en el parlamento, donde el gobierno tiene mayoría absoluta, dijo Jairo Rivera, dirigente estudiantil de la Universidad Nacional.
"Hemos recibido la solidaridad de estudiantes chilenos que como nosotros pedecen la imposición de un sistema neoliberal que busca la privatización de la educación pública de calidad", dijo animada Marcela Agudelo, de 21 años, estudiante de artes escénicas en la Universidad Pedagógica.
"La reforma busca ampliar desbordadamente los cupos pero con unos recursos mínimos. Lo grave es que propone que ante la quiebra de las universidades se desarrolle un modelo mixto educativo, que incluye progresivamente la inyección de capital privado", criticó de su lado Fernández.
En rechazo al proyecto legislativo, los estudiantes se encuentran en huelga desde el 11 de octubre y este miércoles aseguraron que continuarán "hasta las últimas consecuencias de manera pacífica"., "Preferimos perder un semestre que nuestra educación", dijeron.
Según el gobierno, con la reforma la educación superior obtendrá más recursos (unos 5.740 millones de dólares para los próximos 10 años), se abrirán 600.000 nuevos cupos, y habrá mayor calidad educativa.