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Política
Para el 18 de enero quedó postergada la negociación de venta de la Universidad La República. Ejercer presión y salir de la incertidumbre en la que han vivido estudiantes, funcionarios y profesores por más de 18 meses, era la idea de quienes se reunieron esta mañana a esperar el veredicto que no llegó. "La universidad no puede estar eternamente en estas condiciones", enfatizó Mario Valenzuela, presidente del sindicato de docentes.
"Hemos confiado en la capacidad de los directivos de poner fin al conflicto que nos aqueja y hemos sido capaces de trabajar durante un año sin salario en condiciones muy precarias; principalmente por tratar de resolver los problemas de miles de alumnos que se han visto afectados por esta casa de estudios", expone la carta enviada por la comunidad universitaria a la junta directiva dando su apoyo a la venta, argumentando la urgencia de resolver el conflicto. Asimismo, manifestaron que asumir la reconstrucción del proyecto educativo por sus propios medios forma parte de una utopía.
La necesidad de un pronto acuerdo deriva de que el Ministerio de Educación estableció plazos a la junta directiva de la casa de estudios, para transparentar la situación a más tardar a fines de este mes. "Es como una universidad fantasma y ante eso el Ministerio de Educación se puso firme", explicó Valenzuela.
Si bien las matrículas están abiertas para algunas carreras, éstas no han tenido éxito en Santiago, según el profesor de la Escuela de Periodismo.
Desde que en 2007 comenzó la crisis, varios nombres de inversionistas se barajaron, como el de Miguel Nasur, empresario ligado al equipo de fútbol Santiago Morning, y el de Víctor Aguilera, miembro de Fundación Creando Futuro. No obstante, empresarios canadienses son los que más tiempo han permanecido en los trámites de compra de la institución.
Según el dirigente de los profesores, si se llegara a concretar la compra, ellos tomarían el control de La República y "la reestructurarían según sus parámetros, la convertirían en una universidad más enfocada en la investigación y en el sistema elearning de enseñanza". Sin embargo, tanta promesa de cambio tiene a algunos miembros de la junta directiva indecisos de dar su firma para sellar la venta. "Hay dos personas reacias a firmar el acuerdo", señaló el dirigente.
"Hemos confiado en la capacidad de los directivos de poner fin al conflicto que nos aqueja y hemos sido capaces de trabajar durante un año sin salario en condiciones muy precarias; principalmente por tratar de resolver los problemas de miles de alumnos que se han visto afectados por esta casa de estudios", expone la carta enviada por la comunidad universitaria a la junta directiva dando su apoyo a la venta, argumentando la urgencia de resolver el conflicto. Asimismo, manifestaron que asumir la reconstrucción del proyecto educativo por sus propios medios forma parte de una utopía.
La necesidad de un pronto acuerdo deriva de que el Ministerio de Educación estableció plazos a la junta directiva de la casa de estudios, para transparentar la situación a más tardar a fines de este mes. "Es como una universidad fantasma y ante eso el Ministerio de Educación se puso firme", explicó Valenzuela.
Si bien las matrículas están abiertas para algunas carreras, éstas no han tenido éxito en Santiago, según el profesor de la Escuela de Periodismo.
Desde que en 2007 comenzó la crisis, varios nombres de inversionistas se barajaron, como el de Miguel Nasur, empresario ligado al equipo de fútbol Santiago Morning, y el de Víctor Aguilera, miembro de Fundación Creando Futuro. No obstante, empresarios canadienses son los que más tiempo han permanecido en los trámites de compra de la institución.
Según el dirigente de los profesores, si se llegara a concretar la compra, ellos tomarían el control de La República y "la reestructurarían según sus parámetros, la convertirían en una universidad más enfocada en la investigación y en el sistema elearning de enseñanza". Sin embargo, tanta promesa de cambio tiene a algunos miembros de la junta directiva indecisos de dar su firma para sellar la venta. "Hay dos personas reacias a firmar el acuerdo", señaló el dirigente.
