El modelo circulatorio de los barrios barceloneses del Born y Gràcia ha servido de inspiración para el nuevo plan de movilidad de Vitoria, que pretende situar a la capital del País Vasco como un "referente mundial" en urbanismo sostenible. El objetivo último es reducir el tráfico de coches y ganar espacio para los viandantes. El ejemplo lo han tomado de Barcelona y sus supermanzanas.
El autor del proyecto encargado por el Ayuntamiento de Vitoria es Salvador Rueda, director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, entidad de la que forman parte el ayuntamiento, la Diputación y la Entidad metropolitana. "La experiencia de la capital catalana ha sido muy exitosa, no hay más que ir al Born y ver cómo ha quedado el barrio; hace años se caía a pedazos y ahora es la zona más "cool" de la ciudad". Vitoria creará seis supermanzanas a imagen y semejanza de las barcelonesas de Gràcia y Ciutat Vella, donde no entrarán vehículos de paso. Sólo accederán los coches de los vecinos, los de carga y descarga y los de emergencias, y habrá una limitación de velocidad de diez kilómetros por hora. El resto del tráfico se canalizará por las calles perimetrales. El área unirá el centro de la capital alavesa con la nueva zona de Lakua, que se proyecta a partir de la construcción de una estación intermodal, un auditorio y el Palacio de Congresos. El espacio comprendido alberga a más de 31.000 personas.
"La clave está en reducir el número de coches que circulan de paso por estas zonas", explica Rueda. Así, el 89% transitan por las calles principales, frente al 11% que lo hacen por las secundarias. "Hay que conseguir que el 4% busque vías alternativas y salga del barrio estructurado en supermanzanas", añade Rueda. "En Gracia se ha logrado, sin llegar a saturar el tráfico de las calles principales", mantiene.
El modelo de supermanzana, explica, es "made in Barcelona" y es beneficioso en todos los sentidos: "La gente ya no va a hacer las compras en coche. Lo que da competitividad al comercio es el flujo de viandantes", explica. Eso sí, cree que para que el sistema funcione mejor es preciso que se extienda a más barrios, porque de lo contrario los comerciantes de toda la vida "pueden sufrir por la presión que ejercen las franquicias y las marcas por instalarse en zonas transitadas" y se hace muy difícil su supervivencia. La especulación inmobiliaria es el otro talón de Aquiles de este sistema, según su creador. Fuentes del ayuntamiento de Barcelona no descartan instaurar nuevas supermanzanas en la ciudad, aunque señalan que de momento por lo que se está apostando desde el gobierno municipal es por la pacificación de vías secundarias a través de la zona 30, como es el caso de los distritos de Nou Barris, Sants y Sant Andreu.
El "made in Barcelona" aplicado en Vitoria no se reduce a las supermanzanas. La capital de Euskadi también quiere reducir el tráfico por la vía del aumento de las tarifas de aparcamiento en superficie. "Hay estudios que demuestran que, mejorando la red de transporte público sólo se reduce el tráfico entre un 3 y un 6%. Pero si se incide en la tarificación el porcentaje sube al 30-40%". Aplicando esta teoría, Vitoria extenderá la zona azul a más barrios e implantará su versión de la zona verde.
Sin embargo, estos cambios en el tráfico no serían posibles, explica Rueda, sin más transporte público. La ciudad alavesa ha estrenado esta semana una línea de tranvía, proyecta un segunda y, según explican fuentes del consistorio gasteiztarra, se llevará a cabo una reordenación profunda de las líneas de autobuses, que pasarán a ser siete (frente a las 18 actuales), pero reduciendo a la mitad la frecuencia de paso. El objetivo, señalan, es que se pueda ir de un extremo a otro de Vitoria haciendo sólo un transbordo, como en Barcelona. "Actualmente, señalan desde el ayuntamiento vasco, el transporte público se usa poco en esta ciudad y se busca un cambio en la mentalidad y en las costumbres de la gente". "Será toda una revolución", concluye Salvador Rueda.